«Llegaré a París mañana por la noche: No te laves»

«Llegaré a París mañana por la noche: No te laves» Con estas palabras Napoleón Bonaparte avisaba por carta a Josefina cuando volvía de la guerra. Todavía en tiempos de Napoleón no se conocía el concepto de higiene, al menos como hoy lo concebimos. El olor corporal no solo no era algo desagradable sino incluso erótico. Todavía no se había inventado el desodorante, ni falta que hacía. Unos decenios más tarde Pasteur instaura el concepto de higiene y oler a sobaquina dejó de ser glamuroso. Entonces ya no hubo más remedio que inventar el desodorante.

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Figura 1.- Napoleón, Josefina y las famosas y apasionadas cartas que se escribían entre ellos. En una de ellas estaba la famosa frase del «No te laves»

La higiene antaño

En la antigüedad clásica y en el mundo árabe la higiene era fundamental y por eso construían termas y baños públicos. Y no solamente era una cuestión de limpieza sino también de belleza y de prestigio social. Se apreciaban cuerpos proporcionados, se hacían ejercicios gimnásticos, se utilizaban perfumes, peinados y tocados, y siempre, bajo una escrupulosa higiene.

 Figura 2.- Baños romanos y árabes. Eran de los edificios de mayor importancia en las ciudades, lugar de reunión y vida social.

Pero con la Edad Media y salvando el mundo árabe que continuaron la tradición de los baños, la higiene en las ciudades, en las cosas y en las personas dejaba mucho que desear. El Cristianismo de aquella época consideraba que los baños públicos eran lugares de lujuria y perdición. Los médicos buscando una justificación decían que el agua en la piel y la limpieza eran medios para que penetraran enfermedades en el cuerpo a través de los poros, y que una capa de suciedad protegía de éstas. Con lavarse las manos y la cara ya era suficiente. El baño se hacía como mucho una vez al año y en el mismo recipiente toda la familia. Primero empezaba el padre y en el mismo agua continuaba el resto de la familia en orden de importancia decreciente.

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Figura 3.- «Una vez al año, no hace daño»

Como tampoco se deseaba una suciedad excesiva en el cuerpo, solo la capita protectora, y a la vez se huía del agua, el lavado se hacía en seco frotando con toallas y a través de lo que absorbía de la piel la ropa que se llevaba puesta. Así, la ropa interior era blanca ya que se consideraba que era la que más absorbía la suciedad. Ya se puede uno imaginar el por qué de ese concepto. Para los reyes, el blanco era lógicamente el del armiño. Siempre ha habido categorías.

Con el Renacimiento se recuperó la estética de la Antigüedad Clásica, surgen unos enormes deseos de profundizar en el conocimiento de la Naturaleza, se construyen grandes y hermosos edificios, se protege el arte, y la Ciencia empieza a florecer… pero la suciedad, como siempre. Debajo de la peluca de Isaac Newton ¿Que se escondería? ¿Eh? Pues eso.

En el siglo XVIII la maginificiencia de Versalles ocultaba una falta de higiene que si en la nobleza era inimaginable, en las clases populares era absoluta. Como el hedor era enorme, las clases pudientes usaban y abusaban de perfumes y ungüentos con el objeto de ocultar la pestilencia.

Figura 4.- Debajo de esas pelucas y ropajes se desprendía un fuerte hedor, solo aplacado por fuertes perfumes.

En las calles las cosas iban lógicamente peor que en los palacios. El populacho malvivía hacinado en casas pestilentes, calles llenas de basura y excrementos y con ropas que raramente se cambiaban, rotas y sucias.

Figura 5.- Las ciudades eran focos de infección. La imagen de arriba a la izquierda es un fotograma de la película «El Perfume. Historia de un Asesino», homónima de la novela de Patrick Süskind, donde se narra las aventuras de un niño de la calle que es capaz de oler y distinguir cualquier olor incluso en la misma inmundicia. En la búsqueda del perfume perfecto se convierte en un asesino. Es una imagen vívida de las pulsiones incluso asesinas que existían en esa sociedad del mal olor.
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Figura 6.- Madame du Barry (1743-1793) De ascendencia plebeya fue amante del Rey Luis XV. Odiada tanto por la corte como por los revolucionarios, entre sus muchos «defectos» que se le achacaban era el que se bañaba todos los días. En 1793 fue guillotinada tras confiscarle todas sus joyas.

El gigante que instauró la higiene: Louis Pasteur

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Figura 7.- Louis Pasteur (1822-1895). Un gigante entre los gigantes. Descubre que muchas enfermedades las provocan organismos microscópicos e introduce el concepto de higiene, prepara vacunas y esteriliza alimentos. Además descubre que el vino y otros alimentos son el resultado de la fermentación producida por microorganismos denominados levaduras. Igualmente descubre los isómeros ópticos.

Tuvo que llegar Louis Pasteur para que ya a mediados del siglo XIX las cosas cambiaran. Pasteur estudió la fermentación del vino y descubrió, aparte de los isómeros ópticos, algo por lo que hoy día caería un premio Nobel, que eran microorganismos los que producían el vino. Igualmente descubrió que muchas enfermedades provenían de infecciones debidas a microorganismos patógenos, y que por efecto del calor sobre estos microorganismos provocaba que éstos fueran atenuados o incluso muertos. Estos tratamientos mediante calor, que empezaron a aplicarse a alimentos para eliminar microorganismos patógenos, se denominaron «pasteurización». Igualmente preparó vacunas a partir de sueros infectados con microbios que atenuados, y tras ser inoculados en personas, sus sistema inmunitarios los reconocerían y se produciría la inmunidad frente a las enfermedades que provocaban.

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Figura 8.- Louis Pasteur en su laboratorio de microbiología.

Pero su descubrimiento que revolucionó la sociedad es el de la asepsia y la higiene. Para evitar enfermedades había que lavarse muy bien con agua y jabón y así no tener patógenos en manos y cuerpo. Los cirujanos antes de operar deberían lavarse escrupulosamente y esterilizar todo el material quirúrgico. Los hospitales, las casas, las calles, todo debería estar escrupulosamente limpio. Con ello se salvaron millones de vidas y se asoció, lógicamente el mal olor de la suciedad y la putrefacción, con enfermedades. El cambio drástico fue por tanto limpieza = salud; y de forma observable para las personas: olor = enfermedad o desodorización = salud.

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Figura 9.- Finales del XIX y principios del XX. Los conceptos ya han cambiado.

Y llegan los desodorantes

Una vez que la sociedad en 1800 y pico aprende a que hay que estar limpios y oler bien, descubre despavorida que aunque estés totalmente pulcro y uses perfume, a las pocas horas, sobre todo cuando se suda, vuelve el olor a sobaquina. Horror ¿qué hacemos? ¿Cómo un caballero puede entonces enamorar a su dama si tan pronto te descuidas salen efluvios no deseados de las sobaqueras? Y la dama, casta y pura, princesita ella, beldad sublime ¿cómo puede puede oler por los alerones?

No hay más remedio. Hay que inventar el desodorante. Y se inventó.

El sudor, según los nuevos conocimientos de Pasteur, fermenta gracias a los microorganismos que hay en la piel y como resultado de la fermentación se producen malos olores. Se abren por tanto dos vías de atacar el problema: evitar la sudoración, y si no hay sudor no hay fermentación ni olores; o bien desinfectar, matar o controlar los microorganismos, y entonces tampoco hay fermentación y tampoco hay olor. Los productos que evitan el sudor estrictamente hablando se denominan antitranspirantes y los que desinfectan se les denomina desodorantes. Popularmente a ambos tipos se les llama desodorantes indistintamente.

En la década de 1880 empiezan a aparecer los primeros productos diseñados para evitar el mal olor corporal en axilas, en pies e incluso en zonas íntimas femeninas. Las formas de estos cosméticos son variadas: polvos, cremas, barras, etcétera. Ya desde un primer momento se intenta atacar por las dos vías:evitar la sudoración y/o evitar la fermentación por microorganismos. Los primeros productos no estaban muy bien definidos en cuanto a su mecanismo de acción, pero con la experiencia y la investigación científica, se van desarrollando productos cada vez más eficaces y certeros en su forma de actuación.

En las siguiente imágenes se muestran algunos ejemplos históricos.

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Figura 10.- La patente más antigua de Estados Unidos de América de un producto desodorante-antitranspirante.

En la figura 10 se muestra la primera patente de desodorante-antitranspirante registrada en los Estados Unidos de América a favor de Abby D. Slocomb y Jennie W. Day de Nueva Orleans en el Estado de Louisina. Se presentó en 1882 y se aprobó en 1883. El producto es un polvo que contiene carbonato sódico, almidón de maíz (maicena), harina de arroz y perfume. El carbonato sódico al ser alcalino destruye las bacterias o al menos inhibe su crecimiento (también irrita la piel) y los almidones y harinas actúan como relleno, secan la piel y provocan la adherencia del producto. El perfume es para dar un olor agradable. Como se ve es un producto de composición muy primitiva pero la novedad es su aplicación.

En la figura 11 se muestra otra patente norteamericana, ya del siglo XX, concretamente de los años 1924-1925, que representa una evolución de la patente anterior. Además de carbonatos, se incorpora bicarbonatos con el objeto de crear un sistema tampón con un pH menos alcalino e irritante, pero suficientemente elevado para producir el efecto bactericida. También aparecen compuestos de magnesio, zinc y aluminio. Los compuestos de magnesio y sobre de todo de aluminio, conducen a una muy buena compatibilidad con la piel. Se sabe que los compuestos de zinc incluso eliminan irritaciones y rojeces. Aquí se nombra casi de pasada las sales de aluminio, que son, según se sabe hoy día los mejores compuestos antitranspirantes que existen. Esta composición es intermedia entre una fórmula antigua y una fórmula moderna. En las modernas se huye de los pHs alcalinos y se incorporan sales de aluminio y/o desinfectantes verdaderos.

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Figura 11.- Desodorante que por primera vez introduce sales de magnesio, zinc y aluminio como novedades destacables

Estas dos patentes son dos ejemplos de Estados Unidos de América y no solo no se comercializaban estos dos desodorantes sino otros muchos más no patentados y en otros países. Tras el advenimiento del concepto de higiene como una bola de nieve que rueda y crece cada vez más en todo el mundo

Por poner un ejemplo de España, la Perfumería Floralia de Madrid patentó en 1922 un «Un producto industrial consistente en un líquido de ‘toilette’ o tocador que tiene por objeto evitar el mal olor del sudor, y procedimiento para fabricarlo» (Patente ES82533). Probablemente ya habría en el mercado otros desodorantes pero la primera patente registrada en España es la que se ha citado. Como la base de datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas no incluye para fechas tan tempranas los textos completos se desconoce en qué consistía el producto.

Formulaciones modernas de los desodorantes

Actualmente los desodorantes-antitranspirantes se inclinan normalmente por seguir la estrategia de evitar que el sudor fermente produciendo malos olores, por seguir la estrategia de evitar el sudor o por ambas estrategias simultaneamente. Algunos otros en cambio simplemente perfuman fuertemente el producto para intentar cubrir o tapar el olor corporal.

Antitranspirantes con astringente

Son los que evitan el sudor y esta acción suele ser conseguida con compuesto de aluminio. Las alternativas consisten en añadir alguna de estas sales de aluminio: cloruro de aluminio, clorhidrato de aluminio, sulfato de aluminio, silicato de aluminio y potasio (alumbre), etcétera. En todos los casos, lo que se libera es el ión Al3+ que se caracteriza por ser un astringente suave que cierra los poros e impide la sudoración.

El producto puede formularse en todas las formas cosméticas que se deseen desde líquido transparente, emulsión lechosa o cremosa, pulverizador, barra, roll-on, etcétera.

Desodorantes con bactericida

La estrategia consiste en desinfectar las axilas y así se evita la fermentación del sudor. El bactericida más empleado es el triclosán, aunque también se pueden usar parabenos, derivados del ácido salicílico, triclocarbán u otros bactericidas.

En la figura siguiente se muestran ejemplos de desodorante de la Patente ES2267261 a favor de Procter and Gamble (P&G) de título «Composiciones desodorantes que contienen 1,2-hexanodiol» con fecha de prioridad en Estados Unidos de 1998, presentada en Europa en 1999 y publicada en 2001. El número 6 es un ejemplo de formulacion (en este caso en forma de barra sin agua ni alcohol etílico) que contiene el bactericida triclosán. Por tanto actúa inhibiendo el desarrollo de microorganismos que fermentan el sudor. El resto de formulaciones no contienen ni bactericida ni productos astringentes, confiando el efecto del producto a cubrir o disimular el olor con el perfume. En mi opinión, eso y nada, es lo mismo.

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Figura 12.-  Ejemplos de formulaciones de desodorantes con bactericida triclosan. Patente ES2267261 a favor de P&G.  Los ejemplos son productos en barra sin agua y sin alcohol etílico, aunque si contiene glicoles (1,2 hexanodiol y hexilenglicol

Desodorantes-antitranspirantes

Controlan el sudor y además contienen bactericida en busca de una acción doble. En la figura 13 se muestran dos ejemplos de la patente de título «Composición cosmética desodorante que comprende una combinación de un derivado lipofílico del ácido salicílico y de una sal de aluminio antitranspirante» a favor de la empresa L’Oréal.

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Figura 13.- Formulaciones ejemplo de la patente ES2355520 a favor de L’Oréal en forma de emulsiones lechosas especiales para aplicar con roll-on. La formulación 1 es muy estable al almacenamiento mientras que la 2 se desestabiliza algo tras el almacenamiento prolongado. Contiene dos bactericidas, un parabeno (metilparabén) y un derivado del ácido salicílico (ácido 5-n-octanoilsalicílico); y  además un astringente, el clorhidrato de aluminio.

 

Y lo último de lo último: desodorantes sensibles al movimiento corporal

Son formulaciones de desodorantes con bactericida y/o astringente pero con parte del perfume microencapsulado, de tal manera que las microcápsulas del tamaño de tan solo algunas micras se van rompiendo y liberando poco a poco el olor por el roce de la piel en las axilas debido al movimiento de andar o correr, por ejemplo, que es cuando más se suda.

Estos desodorantes han sido desarrollados por la empresa Unilever, la dueña de la marca Rexona, y protegidos mediante la patente ES2580763.

 

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Figura 14.- Dos formulaciones base para probar la eficacia de las microcápsulas de perfume sensibles al movimiento. Una es sólida, en barra y la otra es en aerosol. El perfume microencapsulado se añade como último componente al final de la preparación de las composiciones para que se mantenga estable. Patente de invención ES2580763.

En la siguiente imagen obtenida de la web corporativa de Rexona, muestra gráficamente en qué consisten las microcápsulas.

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Figura 15.- Las microcápsulas contienen en su interior el perfume y se van rompiendo por efecto del movimiento del cuerpo

 

Algunos desodorantes famosos. Historia y anécdotas

Mum

El primer desodorante que salió al mercado y tuvo éxito comercial importante fue Mum, lanzado en 1888, 6 años después de la patente más antigua analizada anteriormente (figura 8). Se formuló en forma de crema y ya contenía óxido de zinc que hacía que fuera respetuoso con la piel.

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Figura 16.- Desodorante en crema Mun («mamá»)

Se desconoce el inventor, pero parece ser que era un médico de Filadelfia y el único registro que se conserva es el de la marca en esa fecha citada de 1888. El nombre de Mum («mamá») parece ser que era el sobrenombre con que se conocía a la enfermera del doctor y fue ella quien empezó a distribuir primeramente el producto. En 1931 la empresa Bristol-Myer adquirió la marca.

Posteriormente a principios de la década de 1950 se diseñó un nuevo dispensador del desodorante que aplicaba el producto como un bolígrafo (uno de los inventos que en aquella época estaba haciendo furor) Fue el primer desodorante en roll-on. Se comercializó como Ban Roll-on y poco después con el nombre Mum Rollette. La patente se depositó en 1952 y se  publicó en 1956 con el número US2749566. En la figura 17 se muestran los planos patentados del primer roll-on y en la figura 18 el catálogo actual de Mum en versión roll-on.

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Figura 17.- Planos del primer envase roll-on de la marca Mum de Bristol Myers.

 

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Figura 18.- Desodorante Mum en roll-on. Los diseños actuales se parecen mucho al primer diseño de 1952

Como las patentes expiran a los 20 años, en 1972 los envases tipo roll-on ya estaban libres y todas las marcas comerciales se lanzaron a sacar su propia versión.

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Este desodorante salió al mercado en 1907 y dicen que fue desarrollado por un cirujano de Cincinnati. He buscado la patente pero no la he encontrado, si es que la hubo. Estaba basado en sulfato de aluminio con un gran poder antitranspirante. En el cartel publicitario de la figura 19 se dice literalmente: «Ella nunca ha oído hablar de Odo-Ro-No? Ningún cuerpo es perfecto. Todos los cuerpos sudan en cierto grado. Sobre la mayor parte del cuerpo el sudor no es un problema. Se evapora rápidamente. Pero no por debajo de los brazos. Eso lo estropea. Ensucia y hecha a perder su ropa. Deja que el olor sea un testigo que usted no notará, pero otros sin duda lo harán…». Continua diciendo diciendo: «…Use el nuevo Odo-Ro-No De Luxe Spary, fabricado con una nueva fórmula de secado rápido. Sin espera para secar, no necesita enjuague. Jamás irrita la piel normal. No estropea los tejidos». Y finaliza con un rotundo: «Use Odo-Ro-No diariamente y siéntase segura de sí misma».

El producto se vendió muchísimo por estas ventajas que supuestamente ofrece, y sobre todo porque ahonda en la inseguridad de las personas para a continuación ofrecerles la solución.

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Figura 19.- Desodorante antitranspirante Odo-ro-no. En la publicidad se apela no solo a evitar el sudor y el mal olor sino a «sentirse seguros». Obsérvese  la expresión de la mujer que mira desconfiada e insegura por si alguien (las del fondo) hablan mal de ella porque tiene mal olor.

El grupo de rock and roll «The Who» grabó en 1967 un disco, «The Who Sell Out», que simulaba ser una estación de radio pirata llamada «Radio London», por lo que contenía jingles  (músicas publicitarias) y anuncios entre las canciones compuestas por la misma banda. Una de las canciones se titulaba «Odorono». La letra cuenta la  historia de una chica que quiere ser cantante enamorada de un chico. Después de su actuación el chico se acerca a besarla… y ya te puedes imaginar qué efluvios salieron de ciertas partes. Ella, ya en casa, arrancándose con rabia el vestido de brillantes de su actuación se da cuenta que tenía que haberse puesto Odorono. La letra es la siguiente:

She sang the best she’d ever sang
She couldn’t ever sing any better
But mister davidson never rang
She knew he would forget her
She’d seen him there
And put herself to ransom
He had stared
He really was quite handsome
She had really looked her best
She couldn’t ever look any better
But she knew she’d failed the test
She knew he would forget her
Triumphant was the way she felt
As she acknowledged the applause
Triumphant was the way she’d felt
When she saw him at the dressing room door
She was happier than she’d ever been
As he praised her for her grace
But his expression changed, she had seen
As he leant to kiss her face
It ended there
He claimed a late appoinment
She quickly turned
To hide her dissapointment
She ripped her glittering gown
Couldn’t face another show, no
Her deodorant had let her down
She should have used odorono

El penúltimo verso dice que «su desodorante le había defraudado». En traducción más libre sería «su desodorante la había abandonado».

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Figura 20.- Disco «The Who Sell Out» que contiene el tema «Odorono»

 

Se puede escuchar la canción en este enlace:

 

En la actualidad la marca Odo-Ro-No no se comercializa.

Rexona

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Figura 21.- Catálogo actual de Rexona

«No te abandona». Seguro que esta frase te ha venido a la mente al leer Rexona. La publicidad de este desodorante está en la linea de la canción de The Who, de que en el momento más cumbre, cuando toda la atención está puesta en tí (siempre en femenino en tiempos pasados), el desodorante «no te abandona». No se habla de sudor, de olor, que son términos con conceptos desagradables, sino todo lo contrario: «tranquila, sé feliz, sé el centro de atención, que el desodorante Rexona no te abandona». En la actualidad Rexona tiene versión masculina y el eslogan se repite tanto para mujeres como para hombres.

El anuncio de 1988 que se muestra a continuación insiste en que «Rexona no te abandona» en momentos muy dinámicos, donde de alguna forma se es el centro de atención, e incide principalmente en mujeres pero ya también en hombres.

 

Rexona es hoy día uno de los líderes en el mercado de desodorantes con presentaciones principalmente en spray. Más arriba se han comentado las últimas novedades tecnológicas que ha incorporado consistentes en la liberación progresiva del perfume a un ritmo proporcional a los movimientos corporales. Estas nuevas composiciones han salido al mercado con la marca «Rexona MotionSense», tanto en versión femenina como masculina.

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Figura 22.- Rexona MotionSense

Axe

Este es un ejemplo de desodorante orientado específicamente al mercado masculino y en el segmento más joven. Su publicidad pivota sobre las fragancias de los desodorantes, ofrecidos en aerosol, que supuestamente «atraen y enamoran» a las mujeres. Ingenuo, sí. Pero comercialmente eficaz.

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Figura 23.- Desodorante Axe que promete que «Conquistar a 100.000 mujeres te costará mucho menos»

Esta estrategia comercial de Axe, marca también propiedad del gigante Unilever, como Rexona, se ha mantenido siempre desde su lanzamiento. En el siguiente video se muestra el primer anuncio en televisión donde como si fuera El Flautista de Hamelin un chico que se pone Axe se lleva de la ciudad a todas las mujeres que le siguen embriagadas por su excitante olor. A esto le llaman «Efecto Axe».

Epílogo

La historia habría cambiado si Josefina se hubiera puesto desodorante antes de la visita de su amado Napoleón.

Fuentes:

http://www.oepm.es

http://www.google.com/patents

http://www.musica.com/letras.asp?letra=132091

http://www.taringa.net/post/info/18713688/Asi-vivian-las-personas-en-la-Edad-Media.html

http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/13155626/La-suciedad-de-la-realeza.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Pasteur

http://noiselab.com/blog/diseno/la-historia-del-desodorante/

http://www.rexona.es/

http://www.axe.es/

 

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